Estados inflamatorios (gingivitis, sangrado gingival, retracción gingival, bolsas gingivales) y otros estados traumáticos (en particular úlceras bucales, heridas causadas por prótesis extraíbles o aparatos de ortodoncia, limpiezas, abrasiones, extracciones dentales, recuperación posquirúrgica, etc.). Enfermedades donde la mucosa gingival requiere una mayor concentración de ácido hialurónico.